Haz un autorretrato con el disparador automático o con el disparador remoto, si dispones de uno. Busca un encuadre en el que no estés en el centro de la imagen. Si utilizas el enfoque automático, probablemente saldrás desenfocado. Coloca un objeto en la posición que ocuparás tú, por ejemplo una silla, y enfoca en modo manual. De esta forma puedes practicar un autorretrato sin ocupar el centro del encuadre.
Un bodegón con frutas es un buen tema para probar diferentes iluminaciones.
Coloca una mesa junto a la pared y cerca de una ventana. Pon encima de la mesa varias frutos u otros objetos. Realiza una foto con la luz natural de la ventana abierta. A continuación baja la persiana para que entre menos luz pero sin que llegue a dispararse el flash. Luego cierra la ventana y haz una foto con el flash integrado directo, otra con el flash rebotado en el techo y otra con un difusor. Al comparar los resultados verás las grandes diferencias que se producen según el tipo y dirección de la iluminación.
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