Curso de Fotometría (X)

1.9. MODOS DE MEDICIÓN: LUZ REFLEJADA/LUZ INCIDENTE

Los fotómetros incorporados sólo pueden medir luz reflejada, es decir miden la luz que procedente de la fuente lumínica se refleja en los sujetos y llega a la cámara.

Los fotómetros de mano pueden medir además la propia luz que incide sobre el sujeto. Es decir que efectúan medidas incidentes. Para este cometido incorporan una calota que rodea completamente al fotodiodo en un ángulo de 180º y captan la misma iluminación que recibe el sujeto. Además también pueden medir luz discontinua proveniente de flases. Los exposímetros de nuestras flamantes réflex también lo pueden hacer mediante los flashes TTL, pero lo que miden sigue siendo la luz reflejada por el flash en el sujeto.

El fotómetro de luz incidente mide la luz que cae sobre la escena. No puede por tanto tener en cuenta como es la escena, sus materiales, si son o no muy reflectantes, si son muy claros u oscuros. Tampoco tiene en cuenta el encuadre exacto que realizamos con la cámara.

Este fotómetro tiene sus limitaciones en escenas donde parte de la misma está iluminada por el sol y el resto en sombra (bajo un árbol por ejemplo), en puestas de sol y en general en aquellas en donde la luz que incide en nuestra ubicación no coincide con la del sujeto fotografiado.

Puerta Iglesia de Salardú

Dado el enorme contraste entre luces y sombras realicé la medición de la luz sobre una tarjeta de grises, como no quería perder detalle en el exterior la subexpuse ligeramente, como resultado hay zonas del interior que se han ido a negro profundo.

Nikon D200; MicroNikkor 60 mm AF 1:2.8 D; vel. 1/125 a f/11; flash SB 800 y reflector Lastolite.

El fotómetro de luz reflejada, en cambio, nos permite medir las diferentes partes de la escena para compararlas entre si, incluso sin movernos del sitio. En cambio si estará influido, y mucho, por el índice de reflectancia de los sujetos y por su propio ángulo de medición.

Un ángulo de medición de 30º puede ser excesivamente grande en muchas ocasiones, al no permitirnos aislar con eficacia aquello que queramos medir. Por ello se crearon los fotómetros puntuales, cuyo ángulo de cobertura es muy inferior, hasta un grado. Estos fotómetros se introdujeron tanto en las cámaras como en los fotómetros de mano. Estos fotómetros puntuales nos permiten una gran selectividad en nuestras mediciones. En caso de no disponer de uno podremos remediar su ausencia acercándonos al sujeto y midiendo las superficies que nos interesan aisladamente (sin modificar el enfoque para no variar la extensión de la óptica) o colocando un teleobjetivo (cuidado con los zoom cuyo diafragma varía en función de la distancia focal)

Los sistemas de medición matricial y ponderada son poco fiables, ya que los primeros basan su eficacia en comparar la escena que estamos fotografiando con una base de datos de varios miles de fotografías y tomar por si misma la decisión de la mejor exposición. Pero como los algoritmos de toma de decisiones son un secreto bien guardado no sabemos como toman sus decisiones y pueden ser muy imprevisibles en situaciones críticas. Los fotómetros ponderados no siempre dan datos sobre que zona es realmente importante para determinar la medición, además suelen dar una mayor importancia a la luz que incide sobre el centro de la composición, situación poco habitual en fotografía, lo que nos obliga a medir primero y a componer después.

Retrato de Cris

Cuando mezclamos luz ambiente con la de unidades de flash es mucho más sencillo contar con la ayuda de un fotómetro de mano. Subexpuse el fondo casi dos puntos y usé dos cajas de luz para iluminar a Cris.

Nikon D300; Nikkor 50 mm AF 1:1.8 D; vel. 1/125 a f/1.8.

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