Curso de Fotometría (IV)

1.2. LA LEY DE RECIPROCIDAD

En esencia esta ley afirma que la exposición es directamente proporcional a la cantidad de luz que incide sobre el material sensible y al tiempo que dura la exposición a la luz.

O dicho de otra manera más práctica.

Si una película está bien expuesta a 1/8 s y f/11 también lo estará a 1/15 s y f/8, o que a 1/30 s y f/5.6, o que a 1/60 s y f/4, o que a 1/125 s y f/2.8 o a 1/250 s y f/2.

O sea, que a medida que abramos el grifo deberemos acortar el tiempo en la misma proporción para que la exposición sea siempre la misma. Cualquiera de las exposiciones anteriores dejan pasar la misma cantidad de luz y exponen de igual forma la película o el sensor.

¿De qué depende que escojamos una combinación u otra? Pues de aquello que consideremos prioritario. Si deseamos gran profundidad de campo elegiremos la combinación 1/8 y f.11 y si buscamos la congelación del movimiento usaremos 1/250 y f/2, por que con ella el tiempo de obturación es muy corto.

La sensibilidad interviene en igual medida, si bajamos un punto el tiempo de exposición podemos (pasando de 1/125 s a 1/250 s) tendremos que compensarlo bien pasando de f/2.8 a f/2, o cambiando la sensibilidad de la o del sensor de 100 ISO a 200 ISO y mantener el diafragma en f/2.8. Si optamos por cambiar la sensibilidad a 1.600 ISO ganaremos 4 puntos, que necesitaremos compensar pasando de disparar a 1/125 s a hacerlo a 1/2000 s, empleando un diafragma de f/11 en vez de f/2.8, o una combinación de ambos. Por ejemplo podríamos realizar la exposición a 1/1000 s y f/8.

Puesta sol en Bonaigua

A la hora de realizar exposiciones complicadas hemos de tener en cuenta que nuestra cámara tiene menos rango tonal que nuestro ojo y necesitaremos filtros degradados de densidad neutra.

Nikon D300; Nikkor 17-55AF 1:2.8 D; vel. 1/25 a f/5.6. Procesado en Lightroom para aclarar el primer plano

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