El filtro automático se basa en detectar de qué tipo es el contenido del sitio web (su clasificación). No obstante, hay que tener en cuenta que no todos los sitios son clasificables.
Podemos elegir uno de los cuatro niveles de restricción:
Alto: Sólo permite abrir sitios clasificados como contenido apropiado para niños.
Medio: Bloquea los sitios no clasificados, y los contenidos para adultos, pornografía, armas, drogas y lenguaje difamatorio.
Ninguno: Desactiva el bloqueo automático.
Personalizado: Funciona de forma parecida al medio, pero nos permite elegir qué clasificación permitir y cual no:
La última opción, Bloquear la descarga de archivos, impide que el menor pueda realizar una descarga directa de archivos, sin impedir la navegación.
Una vez configurado el sitio, pulsamos Aceptar.
Hay que tener en cuenta que en Internet hay muchos contenidos y hay muchas formas de llegar a ellos. Por eso es imposible crear un filtro que impida al 100% que el menor encuentre voluntaria o involuntariamente contenidos no deseados.
Podemos encontrar páginas web especializadas en proteger a los menores en la red. En ellas encontraremos información sobre sitios recomendables para el menor, según su edad, y muy pronto podremos incluso descargar listas de sitios bloqueados y permitidos.
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